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Mis deseos no le Hicieron Caso a mi Edad

Crecemos escuchando que hay una edad para todo… Para trabajar, vivir solas, casarnos, tener hijos, emprender… Como si cada etapa tuviera una fecha límite para los sueños.

Por eso, crear una marca a mi edad podría parecer una idea loca, seguida por un “le agarró tarde”, donde no necesariamente venía de gente externa, sino de mí misma.

Como madre de 4 hijos, y habiéndome dedicado exclusivamente a esa labor por muchos años, tenía el gran reto de salir de esa zona de confort y pensar ahora en mí. Tuve que dejar de lado mi autosabotaje y perderle el miedo a lo que me iba a enfrentar. No fue fácil, pero mi determinación, pasión, talento y disciplina me llevaron a lograrlo. Además, conté con el apoyo de mi familia, que me guiaron en el proceso.

A mis 56 años comencé mi emprendimiento en joyería llamado Palorosa; una marca que cree que los detalles hechos con amor hacen la diferencia. Cada pieza es pensada y confeccionada con mucha pasión, buscando ser un complemento que haga sentir a mis clientes empoderad@s y felices.

Inicié con mucha ilusión porque siempre me ha apasionado esta industria. Me informé y preparé recibiendo cursos en distintas técnicas para ampliar mis conocimientos. Y empecé a experimentar, a dejar fluir mi creatividad y probar. Enfrenté el miedo y tuve mis primeras ventas.

Realizar las joyas es la parte que más me apasiona y fluye con sencillez. Pero no todo ha sido así.

A mis 61 años miro hacia atrás y recuerdo lo acongojante que fue aprender de contabilidad, del mundo digital y las redes sociales. El solo hecho de publicar o hacer una historia me resultaba muy complicado porque no fue algo con lo que crecí. Asimismo, contestarle a mis clientes por distintas redes, hacer contenido, editarlo… Algo que totalmente desconocía, pero que me aventuré a aprender. Luego de recibir el pedido, viene una parte en la que me siento más cómoda: empacar mi producto, enviarlo a mis clientes y asegurar que les llegue con la mejor calidad y en el menor tiempo posible.

Es así como entonces miro hacia atrás y pienso “wow, lo logré”.

Olga Salas es madre de cuatro hijos. Decidió emprender a los 56 años, y hoy, 5 años después, es la orgullosa propietaria de Palorosa, una exitosa marca de joyería. Su valentía y determinación la llevaron a aventurarse en campos completamente desconocidos para ella, abriéndose a nuevos aprendizajes y desafiándose a sí misma más allá de la confección de sus productos.

Podés seguir a Olga en Instagram.

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