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Conocimiento Ancestral

Soy Mildred Blanco Salazar, la menor de 5 hermanas y un hermano; mujer indígena bribrí del clan Tubolwak. Tengo 37 años, vivo en el territorio indígena Taini, soy madre de dos hijas y un hijo, los cuales son mi motivación y la inspiración de mi vida. Desde muy joven inicié el proceso de capacitación con un grupo de mujeres que, en ese momento, lideraba mi hermana. Estas capacitaciones se dieron gracias al apoyo de la oficina de equidad de género del TEC, liderado por doña Ana Rosa Ruíz y estudiantes de la UCR en al área de psicología y temas indígenas. Es ahí donde inicia mi proceso en el tema de la mujer y el liderazgo.

 

A mis 23 años se me da la oportunidad de liderar una cooperativa indígena en la comunidad de Amubri de Talamanca, lo cual agradezco porque fue de mucho aprendizaje para mi vida. Agradezco también infinitamente a grandes mujeres que marcaron mi vida: Tuve una gran abuela, una excelente madre luchadora, grandes hermanas y amigas que aportaron mucho en vida.

 

Soy una mujer humilde con defectos, pero siempre miro hacia adelante, con la disponibilidad para aprender de la vida y aportar en donde esté. Me gusta mucho cantar; nunca pude estudiarlo profesionalmente, pero es lo que me apasiona. De esta manera, trato de aportarle a mi cultura, interpretando cantos de mi cultura, los cuales llamamos Koyonnuk. De esta manera, puedo tener presente aquellas palabras que nuestras abuelas en vida cantaron. Entrar en ese mundo es aprender y valoras nuestras verdaderas vivencias como indígenas.

 

Actualmente, me desempeño apoyando a un grupo de mujeres cabécares de la comunidad de Jabuy, en el territorio Taini, Valle La Estrella, y trabajo con mi familia en un emprendimiento de turismo rural indígena. Desde nuestra visión, vemos importante poder dara conocer lo mejor de nuestras costumbres, tradiciones, idioma, gastronomía y todo el entorno que nos rodea; darnos a conocer desde la pureza de una verdadera vivencia indígena.

 

Mis palabras para las mujeres de Costa Rica: Somos mujeres creadas por el gran sibo-Dios, mujeres cuidadoras de la madre Tierra ‘iriria’ encomendadas por sibo a cuidar y transmitir el conocimiento ancestral. Somos grandes mujeres, merecedoras de amor, paz y de recibir respeto. Somos mujeres encargadas de mantener vivo nuestro clan de generación en generación. Para todas siempre habrá un nuevo amanecer.

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