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No Dejemos de Celebrar

Este mes de junio en el que celebramos el Orgullo Gay, reflexiono acerca de todo lo que eso conlleva en la vida personal y a nivel social. La diversidad de expresiones, el respeto, la aceptación, la lucha por la defensa de los Derechos Humanos y la libertad del ser son algunas de las connotaciones que rodean a esta celebración que, como sociedad, se vive y se celebra, pero que también, se vive en cada una de las personas de manera muy particular y única.

Las personas diversas hemos experimentado, en la travesía del descubrimiento del “ser”, diferentes procesos que nos han llevado a romper cadenas impuestas por la normatividad y nos ha acercado más a fondo a lo que realmente somos. Y eso, mis amigues, déjenme decirles que es de valientes y valientas, ya que, aunque se ve en mayores o menores magnitudes dependiendo del contexto de la persona, es evidente que se vive una lucha tanto interna como externa. Y es que la sociedad heteronormativa nos sigue imponiendo patrones de cómo “ser”, qué es lo correcto, tus formas de expresión y hasta con quién relacionarte; cuáles son tus derechos y oportunidades y tus limitantes.

Recuerdo que para mí no fue nada fácil el aceptarme: ¿una lesbiana en la familia?

¿Cuándo en nuestra familia se ha visto algo así? ¡Jamás! Frases como estas se comentaban en mi núcleo familiar y me hicieron cuestionar tanto por qué tenía que ser así. Por qué yo, la primera lesbiana en la familia, no podía ocultarlo por tanto tiempo a mi familia, ocultarlo del resto, incluso intenté ocultarlo de mí misma. Pero no pude. Era lo que era, soy lo que soy.

Gastaba tanta energía ocultando quién era, mi verdadero ser; que un día, hace 10 años, decidí abrirme al mundo, ser sincera, abrir mis brazos y abrazar mi forma de ser, mis gustos y mis anhelos. Este primer paso de aceptación me abrió un lugar como persona en este mundo, viéndome desde la autenticidad para así irme desarrollando íntegramente en nuestra sociedad.

En colectivo, el celebrar la diversidad y visibilizarnos como comunidad es festejar el cambio histórico que se ha dado con el paso de la lucha del movimiento LGBTQIA+. El salir a un mundo opresivo que no nos quiere libres ni que seamos personas auténticas, una normatividad hegemónica que aun en día nos violenta los Derechos Humanos porque pesa más la diferencia que lo que nos hace comunes, el hecho de “ser”, un ser con sentimientos y sueños.

Muchas personas hoy en día, por los cambios en la logística de la conmemoración del día y choque de ideas de organizaciones, han perdido el interés por ser parte de esta festividad. El hecho de que muchas empresas y negocios utilicen este día para hacerse publicidad es otro factor por el que las personas deciden desligarse de la conmemoración de este día. Sin embargo, yo insto a que esta idea no predomine y que no pierda fuerza el movimiento ni el trasfondo de su celebración, su vanguardia y su disidencia.

Celebremos este mes el recorrido de la diversidad, sus luchas y sus alcances; en tanto lo personal, así como históricamente en nuestra sociedad, visibilizándonos como personas cargadas de emoción y sentimiento, dispuestas a seguir luchando por los Derechos Humanos que nos han sido arrebatados, con el fin de buscar la justicia social y que cada vez más podamos desarrollarnos íntegramente como personas LGBTQIA+ en sociedad.

 

Déjame ser, déjame amar

No soy tan diferente a ti
También vivo y transito este mundo
Tengo mucho que decir y poco que aguantar Sueño con tener un trabajo y un hogar
Pero lo que más añoro es que no me veas como Una extraña
¿Cuál es la diferencia tan vulgar que me señalas?
¡Solo porque amo a otra mujer!
¿Por qué intentas ponerme en un escalón más abajo que el tuyo? Yo también quiero amar
Yo también quiero ser libre de amar Siendo quién soy
Sin esconderme
Celebrando cada día la oportunidad de explorarme más Desde eso que me hace única
Desde eso que me hace real.

Verónica Umaña es socióloga, feminista, lesbiana, activista y cantante. Ha realizado sus estudios académicos en la Universidad de Costa Rica, su interés se vincula en temas de género, feminismo, justicia social, derechos humanos y violencia. Ha participado en obras teatrales con connotación diversa como La Quinceañera de Andrea Del Valle y formó parte de la Academia de Canto de Yeancarlo Zamora.

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